En los últimos 11 años
estuvimos evangelizando en la ciudad de Puebla,
México. Pero decidimos “ensanchar
el espacio de nuestra tienda” para compartir con nuestros hermanos
asiáticos la Palabra de Vida. Hace muy poco tiempo que llegamos a este lugar.
Salimos de México El dia 24 de junio y
llegamos a Filipinas el 28 de junio del 2013. Nuestro mayor deseo es vivir el Evangelio como
familia cada día, desde las luchas cotidianas y retos que esto implica. Nos ilusiona compartir con nuestros hermanos la Palabra de Dios y formar personas que
quieran dedicarse a evangelizar en su propia cultura y en su propio lenguaje.
Tenemos apenas un mes
fuera de México y por ahora. Nos
encontramos apenas conociendo la cultura filipina, aprendiendo inglés y el
dialecto visaya, que es lo que se habla en esta zona de Filipinas. No ha sido
nada fácil porque el clima es muy caluroso y en momentos del día el sol pega
fuertísimo, la alimentación es a base de arroz blanco, los horarios en las
escuelas son muy diferentes a los de México, la vida en familia cambia, hacer las
compras en el mercado es completamente diferente. Es más, el simple hecho de
trasladarse por la ciudad cambia, porque el transporte público es tan diferente
al que estábamos acostumbrados en México. Por lo tanto, ahora nuestra misión es “grano
de trigo” enterrándonos, tratando de entender la cultura, para poder amarles
como Dios les ama.
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