miércoles, 26 de junio de 2013

Mensaje de despedida de Alfonso, Adriana, Alán, Yael, Tere y Juan Pablo.

Mensaje de despedida de Alfonso, Adriana, Alán, Yael, Tere y Juan Pablo de la comunidad de Puebla.

Querida Familia Misionera Verbum Dei:

Estamos a punto de partir de la ciudad de Puebla, han sido días muy intensos de despedidas y tenemos muchos sentimientos en el corazón.  Lo más grande que experimentamos es un profundo agradecimiento:

Primero, agradecemos a nuestro Dios su confianza y el gran regalo de ser testigos de la fuerza que tiene su Palabra durante estos casi 11 años en esta hermosa ciudad de Puebla. Segundo, agradecimiento a todos ustedes que han pasado a ser nuestros hermanos, madres, padres, tíos, primos, sobrinos en Cristo porque son los que han escuchado la Palabra y la han puesto en práctica (Mt. 12,50)  Y con esta cita de San Pablo resumimos lo que queremos decirles:

"Damos gracias a nuestro Dios cada vez que nos acordamos de ustedes, y rogamos siempre con gozo en todas nuestras oraciones a causa de su participación en el Evangelio, desde el primer día hasta ahora. Tenemos la firme confianza de que Aquel que en ustedes empezó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. Y es justo que pensemos así de todos ustedes, porque los llevamos en nuestro corazón; tanto en mis sufrimientos como en la defensa y confirmación del Evangelio, todos ustedes son partícipes de la gracia. Lo que pedimos en nuestra oración es que su amor abunde más y más en conocimiento y en todo discernimiento, para que sepan apreciar lo mejor y sean puros e irreprensibles hasta el día de Cristo, llenos de frutos de justicia, para gloria y alabanza de Dios"  (Filipenses 1, 3-11)

Por cada uno de ustedes queremos dar este paso de obediencia a nuestro Dios. Sepan que ya desde ahora, Puebla es luz para el mundo y que la experiencia que hemos vivido entre ustedes la compartiremos ahora a la nueva Familia Misionera VD de Filipinas que también son sus hermanos. El Señor nos ha pedido que "ensanchemos el espacio de nuestro corazón" y que les amemos como les hemos amado a ustedes, porque el Señor quiere que "todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (I Tim. 2,4)

Ponemos en manos de nuestra Madre María de Guadalupe esta Familia Misionera de Puebla, que lleva el nombre de "Proyecto Juan Diego", 
un hombre sencillo al que María escogió para que fuera su mensajero y que fue canonizado el mismo año que llegamos a Puebla.  
De la misma manera como escogió a Juan Diego, ahora les mira con cariño y  nos pide que nuestra Familia Misionera sea un lugar de encuentro entre Dios y los hombres.


Un fuerte abrazo con todo nuestro cariño y agradecimiento
Unidos, haciendo cada uno la voluntad de Dios


Alfonso, Adriana, Alán, Yael, Tere y Juan Pablo.

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