miércoles, 24 de septiembre de 2014

“YO INSTRUIRÉ A TODOS TUS HIJOS..."


“YO INSTRUIRÉ A TODOS TUS HIJOS, TODOS ELLOS TENDRÁN GRAN BIENESTAR

GRANDE SERÁ TU FELICIDAD Y PROSPERIDAD"   Is. 54,13


Hola familia!!!

Nuestro buen Dios nos va haciendo testigos de como cumple la  promesa que nos hizo cuando nuestros hijos eran pequeños, a través de la cita de Isaías 54,13. Entendimos que cada uno de ellos sería instruido por Dios y tendría gran bienestar.  Su fidelidad ha sobrepasado todas nuestras expectativas.

Una de las razones para venir a Filipinas también fueron nuestros cuatro hijos. Nos ilusionaba tener una experiencia de misión como familia, pero no nos imaginábamos lo que eso significaba en los planes de Dios.



Cada hijo ha vivido un proceso distinto de adaptación a la cultura y de toma de decisiones para buscar sus propios proyectos de vida: Alán con 20 años, Yael con 18, Tere con 16 y Juan Pablo con 14 años.  Cada uno se encuentra en etapas de la vida con diferentes opciones, interrogantes  y proyectos, sin embargo hay algo en común en los cuatro: una sensibilidad muy grande y una gran capacidad reflexiva.

Alán, el mayor de nuestros hijos estaba ya desde México estudiando la carrera de música. Decidió venirse con nosotros y continuar aquí sus estudios. El primer año estudió en una universidad muy pequeña de esta isla la carrera de música con especialidad en piano, sin embargo, nuestro Dios que vela siempre por ellos, a través de los hermanos de la  Salle, le concedió la oportunidad de estudiar con beca del 100% la carrera de Producción Musical en una de las mejores universidades del país, que se encuentra en Manila, la capital.

Por lo tanto, desde mayo de este año 2014, Alán se mudó a Manila. Ha sido un tiempo difícil porque no se encuentra en un ambiente familiar, sino en el estresante ambiente de una de las ciudades más habitadas del mundo. Está aprendiendo tagalog y estudiando en inglés. Por supuesto que ha madurado muchísimo: administrar su tiempo y su dinero; mayor organización y responsabilidad en la toma de decisiones; apertura a una gran ciudad en la que viven personas provenientes de diferentes países, especialmente asiáticos.

Haciendo un balance, podríamos decir que le ha sido difícil, pero el Señor le ha regalado una fortaleza impresionante, un corazón sensible a las necesidades de nuestros hermanos que sufren en esas grandes ciudades y sobre todo, buscar su misión en este mundo, ir hacia dentro de el mismo para seguirse conociendo más en todas las áreas de su vida. Somos testigos de que el Señor lo está formando, dándole un corazón fuerte, universal reflexivo, crítico y creativo. Sólo Dios sabe que sueña de su vida, a nosotros como papás, solo nos toca apoyarlo.



El segundo de nuestros hijos, Yael, terminó en abril de este año su educación media básica. Después de ese tiempo, se ha dado en el un proceso de búsqueda interior, de auto-conocimiento, de discernir  lo que quiere hacer con su vida.  Ha descubierto la gran capacidad artística que lleva dentro y ha desarrollado un especial talento para la pintura. Estamos sorprendidos de la capacidad de mirar el interior de cada persona, de retratar no solo una imagen sino los sentimientos más profundos que la persona expresa con su mirada.

Ha participado en una exposición de pintura de esta ciudad, junto con reconocidos artistas Filipinos, en un importante Museo de la ciudad. Además, le han contratado para ilustrar con sus dibujos, un libro que narra los testimonios de varios niños filipinos que sobrevivieron al tifón Sendong en el año 2012. Ha sido una experiencia de meterse en el sufrimiento, en el dolor de un pueblo que ha sufrido. El deseo que tiene nuestro hijo es poder expresar la belleza de la vida y  despertar la conciencia del ser humano que muchas veces está "dormida".

Ahora, ha tomado la decisión de continuar con sus estudios de Universidad en la carrera de Artes Plásticas, por lo que regresará a México para seguir con este proyecto.  Nosotros estamos muy agradecidos con Dios porque vemos la capacidad y sensibilidad artística que tiene nuestro hijo y lo que más deseamos es apoyarle en su proyecto de vida.



Tere, nuestra hija de 16 años ha despertado un impresionante gusto por la lectura. Nos sorprende su capacidad para captar los sentimientos y emociones que transmite el autor hasta hacerse una con el libro que está leyendo.   Disfruta de leer y escribir en inglés para logar expresar su mundo interior. Nos ha sorprendido con sus reflexiones, escritos y poesías.  Su capacidad para valorar siempre lo que está a su alrededor, su sensibilidad para expresar su afecto, su sencillez para disfrutar cada día.  Todavía se encuentra en el último año de High School y ya veremos después, el Señor que caminos le va abriendo para el siguiente paso de su vida.



Por último, Juan Pablo, nuestro pequeño.  Tiene una gran capacidad de adaptación a la cultura. Impresionantemente dialoga con pequeños, mayores y ha resultado ser un gran lider en el ambiente escolar.  Lo han elegido como Vice Presidente de la escuela, lo que para el representa la oportunidad de hacer algo por los demás, de proponer cosas creativas y que ayuden a sus compañeros. Hace poco organizaron una sesión de películas de mensaje para favorecer la reflexión y sacar algunos fondos económicos para las actividades del Comité de la escuela. Nos ha sorprendido su capacidad para socializar, su empatía y su liderazgo  puesto al servicio de los demás.



A nosotros como padres, sólo nos toca agradecer al Dios su fidelidad y su confianza.  Sabemos que los hijos son un don, pero que a final de cuentas, sólo van de paso y tienen su propio proyecto, no nos pertenecen, ni son una extensión nuestra. Ellos deben descubrir sus propias opciones en la vida, su pasión, sus más profundos ideales y tratar de poner todo el empeño en aprender a vivir.






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