viernes, 26 de julio de 2013

Mira que todo lo hago nuevo. (Primera semana en Cagayan de Oro).



Compartimos una crónica de algunos de los aspectos que hemos vivido la primera semana, esperamos pronto poder compartir sobre la comunidad Verbum Dei en Filipinas.

Tenemos una semana y dos días en CDO, estamos ya en Filipinas, no como quien viene de turista y solo ve una parte de la vida y de la cultura. Estamos aquí para vivir en esta ciudad, por lo que hay que integrarse al ritmo de cada día, escuela, mercado, necesidades básicas, casa y todo lo que implica etc.  Vibrar y vivir con el pueblo Filipino.

La primera semana, todo es nuevo, los sentidos se concentran en aquello que se percibe diferente y quizá dentro de lo que se percibe diferente en lo que parece algo difícil, un reto, que implica adaptación por que se vivía y percibía diferente.



¿Qué es lo que mis sentidos han captado con mayor intensidad?
La vista: gente, gente, gente mucha gente en las calles caminando, en el transporte público que son triciclos, motorelas, jeepney, carros. Suena como algo básico de cada ciudad, pero impresiona ver la cantidad de vehículos y personas cruzando las calles y caminando por ellas, pareciera que sin ningún orden. Nuestros hijos han dicho más de algunas vez impresionados. ¿Cómo es que no chocan , o atropellan a alguien?  Por otra parte impresiona ver miseria y mucha pobreza, en mucha gente en los mercados y las calles.



Oido: Un lenguaje que no comprendemos. El dialecto que se habla aquí es el cebuano o Visaya. En todos lugares lo hablan entre ellos, solo cuando se dirigen a nosotros como extranjeros, nos hablan en inglés. Que diferente y cuanto puede llegar a ser una barrera para comunicarse el hablar lenguajes diferentes. Al final del día en casa experimentamos cierto descanso cuando por fin solo hablamos y escuchamos el español.

Olfato: Vivimos cerca de uno de los mercados mas grandes de la ciudad “Cogon Market” asi que tenemos que pasar por ahí todos los días para ir a la escuela de los hijos.  Olores muy intensos sobre todo a pescado seco, y otros más me imagino que de especias o comidas que aun no conocemos.

Piel:  El calor puede llegar a ser agobiante en muchos momentos del día, para nosotros esta significando un cambio realmente fuerte, venir del clima de Puebla al clima ahora de Filipinas, con un porcentaje de humedad muy elevado. Caminamos un poco y estamos sudando, lo más importante al llegar fue buscar ventiladores para poder dormir.

Para mí ha sido también muy nuevo, la manera de transportarse, en motorela  y en jeepney, parece que va lleno y ¡sorpresa! Caben seis mas y sentados todos, ¡impresionante! De hecho aquí entre los misioneros se dice ¿Cuántas personas caben en un jeepney? Respuesta: uno más.






Después de una semana los sentidos se van acoplando y comienzamos a ver que hay cosas más allá de las aquellas en las que los sentidos se habían centrado, comienzas a ver el rostro de la gente y a identificar en ellos hermanos hijos de un mismo Padre, por quien quiere que entreguemos la vida, ves y percibes con fuerza su fe, su generosidad y espiritualidad manifestada muchas veces en  una actitud muy notoria de servicio. Es impresionante a pesar de la barrera del lenguaje que hay muchas cosas que se trasmiten con actitudes y que tienen mucho más fuerza que las palabras.

Este es el pueblo en el que Dios ahora nos ha sembrado y espera que demos frutos. Esta es la tierra que nos pide trabajar para manifestar el reino.




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